Aún menos de 24 horas después en que se produjera una acción policial en esa misma calle, ese era el ambiente de, según los residentes del lugar, “cotidianidad” que existe en ese lugar todos los días.
Alrededor de las seis de la mañana del jueves, unidades de la Dirección Central de Investigación de la Policía Nacional realizaron varios allanamientos en la “famosa calle” 42 en ocuparon drogas, prendas preciosas, máquinas tragamonedas, más de 200 celulares, entre otros artículos.
A pesar de que el resultado de ese allanamiento fueron dos personas detenidas, ya para cerca de las nueve de la noche del mismo jueves, la 42 había vuelto a su forma “normal”. Consumo de bebidas alcohólicas en la mayoría de las esquinas, personas tiradas a las calles solamente “haciendo esquinas” y motores rondando de principio a fin la calle “monitoreando” el ambiente.
“Yo les digo a ustedes, esto es difícil; aquí hay veces que uno no sabe qué hacer, por suerte uno tiene par de tigueres’ trabajando aquí mismo y respetan a uno, y ellos mismos nos cuidan; pero te puedo decir que esto es un desastre”, narraba uno de los propietarios de unos de los colmados de justo en la entrada de la calle a reporteros del LISTÍN DIARIO.
Aún menos de 24 horas después en que se produjera una acción policial en esa misma calle, ese era el ambiente de, según los residentes del lugar, “cotidianidad” que existe en ese lugar todos los días.
Varios de los residentes señalan que personas de diferentes clases sociales convergen allí debido al “entretenimiento” que se ofrece a altas horas de la noche y la madrugada.
“Yo le digo a usted, barata es la droga para lo que hace, porque de verdad aquí hay de todos y muchachitas caminando casi encueras, y no solamente hablo de los wawawa, te hablo de popis, de gente que tuve por su vestuario y su forma que no son de por aquí ni de cerca”, exclamó otro de los residentes.
Ese el ambiente que predominó en el lugar, sin la presencia de ni una unidad de la Policía Nacional, hasta que un hombre cayó desplomado en la calle desde un tercer piso, sin que nadie tuviera mayor certeza de lo ocurrido.
“Eso fue él que se tiró, porque yo he estado ahí arriba y eso no hay forma de disque caerse; mínimo él loco rompió una ventaba y se tiró, quizás tenía muchos problemas y decidió tirarse pero no hay forma de caerse”, narraba una señora que iba pasando por el lugar en ese momento.
El señor fue llevado con vida y “activo” por una unidad del 911 hacia el centro de salud más cercano y fue justo en ese momento que varias patrullas motorizadas se presentaron al lugar para escoltar a la ambulancia.
Luego de la partida de la ambulancia y las patrullas motorizadas, el ambiente poco a poco volvió a tomar su cauce, aunque en las demás esquinas nunca se detuvo “siquiera un segundo”.
“Y ustedes no han visto nada, aquí el verdadero teteo comienza después de las dos de la mañana; ahí es que se prende esto aquí”, exclamó el dueño del negocio.
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