POR ANTONIO JIMENEZ
PASTOR EVANGELICO
La Prensa
Ser diligente, equivale a esforzase, ser eficiente, cuidadoso, estar dispuesto a la ejecución de algo, con prontitud, agilidad y prisa.- Jesús habló de una parábola donde hace un relato de la moneda que se le perdió a una mujer (Lucas 15:8,9). Cuando esta mujer se dio cuenta, de que había perdido una moneda de las diez que tenía, se puso en acción, encendió la lámpara, barrió la casa, y buscó con toda diligencia e interés.
Me pregunto ¿Hasta qué punto lo perdido era importante para ella? Al igual que esta mujer nosotros en el andar de esta vida, corremos el riesgo de perder monedas, no metálica, pero si, con mucho más valor. Cuantas veces perdemos la paz, la bondad, la paciencia, el amor, la confianza, además de la fe y la esperanza.
¿Pero hasta donde nos afecta perder estas virtudes? ¿Hasta qué punto somos diligentes y nos esforzamos, para encontrar estas cosas? Cuando esto sucede, hay que comenzar a barrer (a la luz de la palabra).- Hay que levantar el polvo (el pecado) que durante años ha venido cubriendo nuestras virtudes cristianas, que son las que reflejan el amor de Dios en nuestras vidas.
Dejar perdida estas virtudes, significa vivir en pobreza espiritual. Porque nos damos cuenta de que estamos carentes de estas virtudes, que enriquecen nuestras vidas, y no tomamos ninguna determinación para encontrarla, y preferimos vivir vacío. Pero cuando es algo material que perdemos, inmediatamente nos damos cuenta, realizamos todas las diligencias necesarias. Hay que hacer lo mismo que hizo esta mujer, diligentemente buscó, se puso en acción, hasta que la encontró.
Vamos a hacer lo mismo, cuando descubrimos que nos faltan algunas de las virtudes que Dios ha puesto a disposición de nosotros. Todas ellas las encontramos, cuando nos rendimos a Jesús.
Dejemos que la palabra de Dios barra nuestras vidas, y se lleve de nosotros todo lo que encubre esas cosas que Dios demanda. Dijo el Salmista: Con que limpiará el joven su camino, con guardar la palabra de Dios (Salmos 119:9). Que en esta navidad, pueda buscar, y encontrar estas cosas, que están en ti, pero tiene que descubrirlas, porque el polvo del pecado la encubren.
Feliz navidad.- Dios te bendiga.
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