Fuente externa
Fue el último de los jueces y uno de los últimos líderes que rigieron Israel antes de la institución de la monarquía. El relato bíblico afirma que Sansón era nazareo y que recibió una fuerza inmensa para ayudarlo contra sus enemigos y permitirle realizar hazañas sobrehumanas.
Según el relato del Libro de los Jueces, Sansón vivió durante una época de repetidos conflictos entre Israel y Filistea, cuando Dios estaba disciplinando a los israelitas, entregándoles a los filisteos.
Manoa era un israelita de Zora, descendiente de los danitas, y su esposa no podía concebir. Un ángel se apareció a la esposa de Manoa y proclamó que la pareja pronto tendría un hijo que liberaría a los israelitas de los filisteos.
El ángel declaró que la esposa de Manoa debía abstenerse de todas las bebidas alcohólicas y alimentos inmundos, y su hijo prometido no debía afeitarse ni cortarse el cabello. Su hijo Sansón fue criado de acuerdo con las instrucciones del ángel.
Matrimonio con una filistea
Cuando Sansón era joven, dejó las colinas de su pueblo para ver las ciudades de Filistea. Se enamoró de una mujer filistea de Timnat, con quien decidió casarse ignorando las objeciones de sus padres sobre el hecho de que ella no era israelita.
Según el relato bíblico, Dios bendijo a Sansón con una inmensa fuerza.
Cuando Sansón fue a pedir la mano de la mujer filistea en matrimonio, fue atacado por un león, Sansón lo agarró y lo estranguló. Sansón lo mantuvo en secreto, sin mencionar su fuerza a sus padres. Llegó a la casa de la filistea y se desposó con ella, después regresó a casa y volvió a Timnah un tiempo después para la boda.
En los esponsales, Sansón les contó un acertijo a sus treinta padrinos de boda, todos filisteos. Si podían resolverlo, él les daría treinta piezas de lino fino y prendas de vestir, pero si no podían resolverlo, ellos se las darían a él.
Los filisteos se enfurecieron con el acertijo, los treinta padrinos de boda le dijeron a la nueva esposa de Sansón que le quemarían a ella y a la casa de su padre si no descubrían la respuesta al acertijo y se la contaba. Ante la imploración urgente y llorosa de su esposa, Sansón le dijo la solución, y ella se la contó a los treinta padrinos de boda.
Después de la boda, Sansón viajó a Ascalón donde mató a treinta filisteos por sus vestiduras, luego regresó y entregó esas prendas a sus treinta padrinos de boda. Sansón regresó a la casa de su padre y descubrió que la familia de su esposa se la había entregado a uno de sus antiguos padrinos de boda.
Sansón regresó a Timnah para visitar a su esposa, sin saber que ahora estaba casada con uno de sus antiguos padrinos de boda. El padre de su esposa se negó a permitir que Sansón la viera y se ofreció a darle a Sansón una hermana menor.
Sansón, enfurecido, reunió a 300 zorros y los ató de dos en dos por la cola, luego colocó una antorcha encendida en cada par de colas de zorro y los soltó en los campos de trigo y olivo de los filisteos.
Los filisteos dedujeron que la causa de que Sansón quemara sus cultivos fue la familia de su esposa, por lo que quemaron los cultivos de su suegro y mataron a su esposa y a su suegro.
En venganza, Sansón mató a muchos más filisteos y se refugió en una cueva en la roca de Etam. Un ejército de filisteos llegó a la tribu de Judá y exigió que le entregaran a Sansón.
Sansón accedió con la condición de que no lo mataran los judíos y fuera entregado a los filisteos, lo ataron con cuerdas y lo llevaron ante los filisteos, pero cuando estaban a punto de entregarlo se libero de las cuerdas y con la quijada de un asno, mató a mil filisteos.
Sansón y Dalila
Tiempo después, Sansón viajó a Gaza, donde se alojó en la casa de una ramera. Sus enemigos le esperan a la puerta de la ciudad para emboscar, pero él arranca la puerta y la lleva a la colina que está enfrente de Hebrón.
Luego se enamora de Dalila en el valle de Sorek. Los filisteos se acercan a Dalila y la inducen con 1.100 monedas de plata a encontrar el secreto de la fuerza de Sansón para que puedan capturar a su enemigo, pero Sansón se niega a revelar el secreto y se burla de ella diciendo que perderá su fuerza si está atado con cuerdas de arco frescas.
Ella le ata mientras duerme, pero cuando se despierta rompe las cuerdas. Dalilla insiste a Sansón a revelarle el secreto de su fuerza y él le dice que puede ser atado con cuerdas nuevas, ella lo hace y él vuelve a romperlas.
Dalila insiste por tercera vez y Sansón vuelve a engañarla diciendo que tiene que atarlo con hilo tejido del pelo de Dalila, ella vuelve a probar y Sansón se libera.
Dalila sigue insistiendo y finalmente Sansón le dice a Dalila que su poder viene de que nunca se ha cortado el cabello y que si se lo cortan perderá su fuerza. Dalila lo seduce para que se duerma y pide a un sirviente que le corte el pelo.
Sansón pierde su fuerza y es capturado por los filisteos que lo ciegan sacándole los ojos. Luego lo llevaron a Gaza, lo encarcelaron y lo pusieron a trabajar torneando una gran piedra de molino.
Muerte de Sansón
Un día, los líderes filisteos se reúnen en un templo para ofrecer un sacrificio religioso a Dagón, una de sus deidades más importantes, por haber entregado a Sansón en sus manos.
Convocan a Sansón para que la gente pueda verlo actuar para ellos. El templo está tan abarrotado que la gente incluso se sube al techo a mirar, y todos los gobernantes de todo el gobierno de Filistea se reúnen allí, unas 3.000 personas en total.
Sansón es conducido al templo y pide a sus captores que lo dejen apoyarse en las columnas de apoyo para descansar. Los filisteos no contaron con que, mientras estaba en prisión, el cabello de Sansón había comenzado a crecer y Sansón rompió los pilares haciendo que el templo se derrumbe matándolo a él y a todos los filisteos que estaban dentro.
Después de su muerte, la familia de Sansón recuperó su cuerpo de los escombros y lo enterraron cerca de la tumba de su padre Manoa.
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