Julio A. Vargas Jiménez
Reportaje tomado del periodico Hoy
Familiares de desaparecidos en la República Dominicana aseguran que en la mayoría de los casos de personas extraviadas la falta de información y apoyo por parte de las autoridades es la principal causa de que estas situaciones no lleguen a buen termino.
La falta de seguimiento y respuesta de las autoridades a los casos de personas desaparecidas en el país contribuyen a que estos hechos queden en el olvido por el surgimiento de otros nuevos que pasan a presentar las mismas condiciones que los más antiguos, por lo que los familiares de estas personas aseguran que «Un caso tumba a otro».
A pesar del sombrío panorama al que se enfrentan a diario los familiares de las personas desaparecidas en el país estos siguen intentando llamar la atención de las autoridades para que se mantengan investigando sus casos, para lo que recurren a los medios de comunicación, redes sociales y otras actividades para exigir respuestas.
Además, aseguran que la lentitud en el procesamiento de la denuncia y el inicio de la recopilación de la información sobre las últimas actividades de los desaparecidos, así como, la recolección de testimonios de las últimas personas que les vieron degenera en una perdida de tiempo crucial para dar con el paradero de los desaparecidos.
Asimismo, se quejan de que a pesar de la que las cámaras del Sistema Nacional de Emergencias 9-1-1 se encuentran distribuidas en gran parte de la provincia Santo Domingo, estas no abarcan un gran campo que permita dar seguimiento a los últimos avistamientos de los desaparecidos, además de que en la generalidad de los casos es «Casi imposible» acceder a sus imágenes. También pasa con las cámaras de seguridad privada colocadas en propiedades y negocios de particulares.
Los familiares
Yocasta Díaz, con bastón en mano y la pena en el corazón mantiene aún viva la esperanza de recibir noticias alentadoras de su hijo, Alexander Sang, perdido hace ya cinco meses, por lo que se mantiene luchando contra un sistema que obliga a la sociedad a olvidarse de los desparecidos con el pasar de los días, y a costa de su salud sigue implorando a las autoridades que realicen operativos de búsqueda y que le permitan tener acceso a las cámaras que aún no ha podido ver.
A esta abnegada madre se une Raiza Javier Arias, madre de Marino Agramonte, desaparecido desde inicios del pasado mes de octubre del que tampoco se tiene noticias y cuyos familiares se han encontrado con los problemas que ha enfrentado Yocasta.
Raiza asegura que si se cuenta con la información adecuada en el tiempo oportuno muchos desaparecidos, incluyendo a su hijo, pueden volver a sus familiares y amigos. Entienden que una gran parte de estos episodios se deben a emociones mal manejadas o crisis conductuales.
Ariel Cuevas, hermano de Jesús Cuevas y Paola Mentor, hija de Roberto Mentor, ambos desaparecidos, se queja al igual que estas madres de la falta de apoyo de las autoridades.
Los cuatro reconocen que existen pocos recursos para la búsqueda de los desaparecidos. El país cuenta con un equipo no mayor de 15 personas para la búsqueda de estas personas en todo el territorio nacional; solo hasta octubre octubre pasado existían reportes de al menos 126 personas cuyo paradero se desconoce.
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