
El llamado «poder blando» de Estados Unidos expresado en cooperaciones dirigidas al exterior es llevado a su extinción por el presidente Donald Trump. En República Dominicana ha sido de apoyo reciente a por lo menos 24 proyectos de interés comunitario y a la promoción de valores democráticos que llevan a cabo las ONGs que pretenden adecentar la actividad partidaria sirviendo de contrapeso institucional a las organizaciones políticas tradicionales.
Sin embargo, a nivel local, y en el escenario internacional mayormente, la agencia proyectada para respaldar el desarrollo fuera de las fronteras norteamericanas genera valoraciones radicales que se contraponen hasta los extremos de una Cuba denigrándola y un Vietnam elogiando la asistencia que de ella ha recibido con lamentos de que vaya a desaparecer; regímenes comunistas los dos con curiosas posiciones diferentes.
La aniquilación de la USAID en marcha troncharía -si en el corto plazo la administración estadounidense no cambia de rumbo como ocurre a veces- un programa de colaboración con el Ministerio de Educación dirigido a las «necesidades académicas y socioemocionales de los estudiantes de la enseñanza básica» que habría de suponer, al final del camino, una inversión de 23,998,320.00 dólares hasta el 2029. Otro programa condenado a desaparecer promovería la implementación de energía renovable y la eficiencia energética hasta el final del actual cuatrienio de Luis Abinader.
La historia por 31 años de esta agencia en sus relaciones consideradas incondicionales con Participación Ciudadana incluye el haber financiado 17 de los 101 proyectos que ha llevado a cabo esta activista de la sociedad civil dominicana, todos dirigidos a: educación ciudadana, promoción de la democracia y fortalecimiento de la democracia. Acciones que también se sustentan en otras entidades nacionales e internacionales que le son aliadas.
Para su muy positiva labor social concentrada en servicios de salud sexual y salud reproductiva a personas en situación de vulnerabilidad, especialmente a mujeres y niñas del país, la organización local Profamilia recibió hasta el 2017 recursos de la cooperación internacional que canalizaba Estados Unidos. Con posterioridad, y con uso de fondos propios, la entidad ha continuado sin reducirlos en lo más mínimo sus objetivos de alto interés social.
Sin embargo, el comité directivo de Profamilia ha expresado preocupación por las repercusiones que las nuevas políticas de Washington podrían tener en los programas de atención al VIH en los países de menos recursos en la región. “Nos preocupa cómo pueda afectar a las personas viviendo con VIH, especialmente en los países con menos recursos”, señaló.
«Aunque el Gobierno dominicano ha asumido la compra de antirretrovirales con fondos propios, las restricciones a Usaid podrían aumentar los costos locales de esta cruzada y disminuir relaciones con los proveedores». Un aumento de la mortalidad de enfermos crónicos en el país por falta de medicación llevaría luto a muchas familias.
HABLA EL TIMES
La prestigiosa voz de la prensa democrática e independiente de Estados Unidos, The New York Times, se hizo eco recientemente de los cuestionamientos lanzados en el Congreso de ese país a las medidas para desmantelar la Agencia para el Desarrollo internacional, USAID, consideradas ilegales por tratarse de un entidad creada por el Poder Legislativo como organismo independiente y financiado para continuar con sus operaciones. Se admite, no obstante que ha sido blanco de las críticas de conservadores que la consideran «despilfarradora».
Ha sido descrita también como ente que promueve ideas progresistas que contradicen los intereses estadounidenses. Se han asumido posiciones de apoyo al presidente Donald Trump y al influyente empresario Elon Musk que tempranamente emprendieron pasos para cerrarla. En sentido contrario, ediciones del Times han descrito a USAID como la principal agencia gubernamental estadounidense que desde el 1961 brinda ayuda en zonas de guerra en Ucrania, fomenta la paz en Somalia, combate enfermedades en Cambodia, financia vacunaciones en Nigeria contra el VIH y brinda asistencia de salud materna en Zambia etc. Ninguna causa carece de mérito.
En algunas regiones la USAID ha suministrado alimentos, refugio y acceso a agua potable que podría representar la diferencia entre la vida y la muerte. En otros lugares «apoyaba redes mundiales de vigilancia sobre enfermedades e investigación biomédica que ayudaban a poblaciones locales y protegían a estadounidenses» por la potencialidad de que las calamidades avanzaran hacia ellos desde cualquier lugar del planeta.
El reconocido rotativo neoyorquino dio reciente importancia a declaraciones de expertos en salud mundial que describieron a la USAID como una manifestación del poder blando de Washington en todo el mundo para generar una presencia amistosa en las naciones en desarrollo, incluyendo a países que son sus aliados estratégicos clave.
Se puso de relieve que los programas de ayuda han sido extensos y su costo para los contribuyentes, con un presupuesto de alrededor de 23 mil millones de dólares, constituye una parte minúscula de recursos estadounidenses, menos de un 1%. El secretario de Estado, Marco Rubio, respondió este tono de aprobación a la USAID de la siguiente manera: » Se trata de una organización benéfica mundial en la que sus empleados toman decisiones independientes que pueden ser contrarias al interés nacional y con uso del dinero de los contribuyentes”.
NO A USAID
Coincidiendo con las denigraciones de Elon Musk, Moscú y las autoridades de Bielorrusia que se le asocian, saludaron el «inminente desmantelamiento de la agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional». El régimen de Vladimir Putin describió a la USAID como «cualquier cosa menos como una agencia de ayuda, desarrollo y asistencia»
Algunos liberales y notables conservadores del mundo también han expresado satisfacción con el cierre de la entidad considerándola un arma para desestabilizar naciones. Y Nayib Bukele, presidente de El Salvador, arremetió contra los programas de ayuda diciendo en una publicación que habían sido “canalizados hacia grupos de oposición y ONGs con agendas políticas y movimientos desestabilizadores”.
Echando más leña al fuego encendido por Trump y Musk, el canciller cubano Bruno Rodríguez dijo tener datos de que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional iba a poner en marcha un plan para derrocar a la revolución en su isla. «USAID invirtió más de 120 millones de dólares para subvertir el orden constitucional en Cuba».
Su punto de vista fue publicado en la red social X propiedad de Elon Musk.
Según el diario Granma, voz oficial del Gobierno cubano, durante los años fiscales 2023 y 2024 la organización federal estadounidense desembolsó unos mil 700 millones de dólares solo en América Latina financiando hostilidades a los gobiernos con inclinación a la izquierda y el marxismo. Dijo haber comprobado que muchos de esos fondos fueron destinados a fines poco humanitarios.
Entre las reacciones de la izquierda dominicana aparece la opinión de Narciso Isa Conde: «La USAID es una mampara de la CIA sujeta a la política exterior de EEUU que durante largo tiempo ha estado bajo control de una tecnocracia y una intelectualidad sistémica vinculada sobre todo al Partido Demócrata, siempre condicionada por la agenda bipartidista estadounidense ya en franco deterioro». Acusó a Participación Ciudadana de ser pro estadounidense con características que la hacen similar a otras ONGs que son sus «organizaciones hermanas a escala internacional».
CASO VIETNAM
En el sudeste asiático está uno de los países más vulnerables a los peligros naturales por lo que hasta allá ha estado llegando la colaboración de USAID tanto para el Gobierno como para el sector privado que allí renació después de la guerra: impulsa estrategias que promueven la energía renovable, preserva la floresta y pone esfuerzos y recursos a favor de la biodiversidad.
En su positiva conexión con Estados Unidos y sus «malos yankees» de otros tiempos, la vocera gubernamental vietnamita, Pham Thu Hang, exhortó en una ocasión a Washington a permitir a los ciudadanos de Vietnam residente en Norteamérica a «contribuir al desarrollo y la prosperidad de ambos territorios reafirmando «el compromiso de Hanoi con el fortalecimiento de la asociación estratégica integral entre las dos naciones, basada en los principios de paz, cooperación y desarrollo sostenible».
Vietnam está empeñado en convertirse, con la participación de una floreciente iniciativa privada en un país de ingresos medianos y alto a más tardar en el 2030 pero la prestación de servicios públicos sigue siendo un desafío para esa Estado teóricamente comunista.
La ayuda de USAID a Vietnam era dirigida a provincias para mejorar el desarrollo social y económico abordando cuestiones que para esos anteriores enemigos a muerte de Estados Unidos, al que mataron miles y miles de sus soldados mientras ellos mismos recibían matanzas, necesita participación extrajera que fortalezca a los agentes y entes de esa nación.
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