Fiscal amenazó. Mientras los policías mataban a Daniel Rodríguez, el fiscal Juan Elías Pérez amenazó a la esposa, dominada en el piso, al ordenarle: “Cállese que usted es tan delincuente como su esposo, para que le vaya mejor”.
Ashley Martínez / Marvin beltré
Santiago, RD
La calle Proyecto Collado del sector Los Rieles de Gurabo, quedó marcada y manchada por la sangre de Daniel Antonio Rodríguez Céspedes, acribillado en su residencia la madrugada del martes por tropas de la Policía Nacional. Los policías actuantes recogieron los casquillos disparados al momento del levantamiento, sin embargo, las marcas en los muros del hogar evidencian al menos 20 impactos de bala fallidos. En la puerta de la habitación continua al baño hay 8 orificios, en el muro divisorio de la sala de la casa hacia el pasillo del baño hay 5, en la puerta de pasillo de la habitación 4 huecos, y el pequeño espacio entre una habitación y el baño, otros tres. Según uno de los hijos de Laura Rubio, esposa de Daniel Rodríguez, en un reporte que la Policía Nacional dio a la familia, el arma con la que acribillaron a su padrastro es un fusil calibre 7.62mm. Las huellas de zapatos pintadas con sangre son la señal que quedó marcada en el primer peldaño de la escalera que lleva al segundo nivel de la vivienda de Daniel, donde en medio del espacio entre la sala de estar y el baño, aguardaba un enorme charco de sangre con restos de piel y la masa encefálica de la víctima, donde también se visualiza que arrastraron el cuerpo. “Estoy viva para contarlo, porque mi esposo me protegió, me cuidó hasta el fin. Peleó por su vida y por la mía”, narra Laura Rubio, esposa del fallecido, cuando contaba su versión de los hechos ocurridos aquella fatídica madrugada. Rubio afirmó que su pareja sintió que rompieron la puerta del primer nivel de su residencia, y supuestamente lanzó disparos, pensando que se trataba de ladrones que intentaban penetrar. Inmediatamente la uniformada, sin mediar palabras, abrió fuego contra Daniel Antonio, propinándole múltiples disparos. Laura, asegura que eran alrededor de 30 agentes del equipo SWAT, y el que fiscal Juan Elías Pérez, nunca le mostró la orden de allanamiento que la fiscalía dice tener, sino que la acostaron en el piso boca abajo y Pérez le dijo ““cállese que usted es tan delincuente como su esposo, para que le vaya mejor”. Al momento del levantamiento en la residencia de Rodríguez Céspedes, junto a los casquillos, los monitores y los discos duros de las cámaras de seguridad, la cónyuge asegura que se llevaron una cantidad indefinida de dinero de su cartera y que solo dejaron las tarjetas de crédito. En la calle donde se encuentra ubicada la residencia, aparte de las cámaras de la vivienda y del negocio del fallecido, se observan dos cámaras, una que encuadra la entrada de la calle Reparto Collado, y una en los edificios al final de la vía, que su espectro no logra cubrir la residencia. La Fiscalía dice que la orden de allanamiento era por portar armas de fuego ilegales, dándole seguimiento a una querella que habían presentado el pasado mes de noviembre en su contra. El documento evidencia una denuncia con fecha 17 de noviembre del 2022, efectuada por Jan Carlos José Polanco, donde se establece que alrededor de las 10 de la noche, del día 16 de noviembre, mientras transitaba a bordo de su carro, marca Toyota modelo Corolla, año 1992, por la avenida Los Rieles del sector Gurabo próximo a la escuela, fue chocado en dos oportunidades de forma deliberada por un camión marca Daihatsu, tipo cerrado, color blanco, con placa 098752, que se encontraba obstruyendo la calle. Asimismo, en el acta, el querellante asegura que el conductor del camión expresaba todo tipo de improperios, bajó del camión y se dirigió a la vivienda, cerca del lugar del hecho, de donde salió momentos después portando un arma de fuego con la que efectuó un total de cinco disparos. Según el escrito, inmediatamente esto ocurre, Jan Carlos se dirigió al Cuartel de la Policía Nacional de Gurabo para colocar la denuncia correspondiente temiendo por su vida. Version de la familia La familia de Rodríguez Céspedes presenta una versión distinta de cómo ocurrieron los hechos. Cuentan que en el momento del incidente con el señor José Polanco, Daniel solo lanzó dos disparos hacia el solar vacío que se encuentra en frente de la calle. Narran, además, que esa misma noche, miembros de la policía se presentaron a su casa a hablar con Daniel Antonio, pero que nunca le informaron de la querella, y pasaron 30 días hasta que ejecutaran el allanamiento en su residencia. “No sabíamos de querella, si hay querella, se le lleva una citación para asistir a un tribunal”, expresó Laura. “Por qué no vinieron de día, si él no estaba en ruta de venta, él estaba ahí fabricando sus químicos”, se preguntaba la señora Rubio en medio de lágrimas en el sepelio de su esposo, refiriéndose a la hora y la manera en que le arrebataron la vida a su amado. “Mi esposo fue ejecutado por agentes de la Policía. Yo le tengo más miedo a la Policía que a los ladrones”, afirmó Rubio. La fiscalía asegura que hay un miembro del equipo que hizo el allanamiento, herido de bala en una pierna, y que este se encuentra en la ciudad de Santo Domingo. ¿Quién era Daniel? Daniel Antonio Rodríguez Céspedes creció en el seno de una familia humilde, rodeado de sus hermanas, su madre trabajaba en casa de familia y su padre se ganaba la vida desyerbando. En su juventud se desempeñó como repostero, motoconcho, seguridad de alerta y taxista. Cuando se casó con Laura, hace casi 18 años, terminó sus estudios de bachillerato. Aprendió de los químicos laborando como chofer en una compañía de donde fabricaban y vendían productos químicos, es entonces cuando emprendió su negocio “Danny productos químicos y algo más”, que lleva 16 años registrado. Su compañera de vida lo describe como como un hombre “apasionado, trabajador e íntegro”, siempre atento a las necesidades del barrio y de la familia, dándose a los demás. “Nadie puede señalar a mi esposo con nada. Yo tengo esa felicidad que fue un hombre ejemplar” expresó Rubio.
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