Conversatorio. Especialistas de Costa Rica, Chile, Colombia y México dicen reforma policial, capacitación agentes y mejorar convivencia ciudadana son pilares deben abordarse en el país.
Laura Castillo
Santo Domingo, RD
Algunos expertos en seguridad ciudadana de Costa Rica, Chile, Colombia y México insisten en que implementar rotundamente una reforma policial, invertir en capacitación de agentes y mejorar la convivencia ciudadana, son unos de los pilares que se deben abordar para mejorar considerablemente la seguridad de la República Dominicana. Durante un conversatorio con el director de LISTÍN DIARIO, Miguel Franjul, los cuatro expertos en temas de seguridad detallaron algunas recomendaciones en el marco de la celebración del “Seminario Internacional Seguridad Ciudadana y Convivencia Post-Covid en América Latina” celebrado en esta capital. Miguel Garza Flores, director de Instituto para la Seguridad y la Democracia de México, consideró que no hay una receta en el mundo que las autoridades pudieran copiar para mejorar la seguridad ciudadana, pero sí existen alternativas que el país pudiera probar para mejorar el panorama. En referencia a posibles soluciones detalló, que es fundamental que se mejoren las condiciones laborales de los agentes independientemente del contexto en que se encuentre la nación. Indicó también la importancia de “hacer menos discrecional el proceso disciplinario” y citó como ejemplo, que el titular de asuntos internos que es quien recibe la queja contra un policía y le investiga, esto no dependa del director general del órgano del orden”. Garza Flores explicó que esta acción de disminuir los intermediarios es una “gran señal”, que se debe de implementar si se desea transformar a la Policía Nacional. Señaló que en su país actualmente el jefe de asuntos internos está fuera de la estructura y eso ha ayudado a combatir la corrupción dentro de la organización aunque hay lugares donde no ha cambiado. Dijo que esta opción pudiera funcionar aquí y en otros países de la región siempre y cuando se haga de forma adecuada. Concerniente al manejo de la información sobre inseguridad, expresó que este recurso la mayoría de las veces no se toma en cuenta. “En las corporaciones policiales a veces no se usa la información para la toma de decisiones. Por ejemplo, un despliegue operativo obedece más a otras cuestiones de impresión social, quién tiene más presión social, quién paga más impuestos…y ahí hay más vigilancia y más patrullas”, expresó. Dando continuidad a la misma idea, hizo la comparación con “las demás comunidades marginadas, excluidas y menos privilegiadas, donde varía hasta el comportamiento de los agentes y allí son más agresivos, reaccionan con más fuerza y tienen menos recursos policiales”. Hizo énfasis en “usar la información” y ponerla en práctica, la calificó como un reto resaltando que los resultados de ese esfuerzo tendrán un impacto positivo donde los mismos agentes se alegrarán. “De veras, usen la información. Los policías dirán: ya no me están diciendo que solo cuide una zona residencial de gente rica porque la aplicación de la ley y la seguridad es para todos”, dijo. Reforma policial Marcelo Solano Ortiz, director de la Policía Municipal de San José, Costa Rica expresó durante su intervención que la reestructuración policial es cortoplacista, sencilla y que se centra en cambios de mandos donde se obtienen resultados rápidos. Pero resaltó que cuando se habla de reforma policial es una innovación profunda que necesita mucho tiempo. Desde su perspectiva, enumeró que necesita de cuatro pilares importantes: un replanteamiento jurídico, económico para definir los fondos, doctrinario para saber cuál es el alma de la policía y el institucional. “Si Dominicana está pensando en una reforma, lo primero que tiene que decirle a la gente es que necesita tiempo pero que los resultados serán sostenidos en el tiempo”, dijo. Una crisis de justicia Un estudio determinó que en los países de Latinoamérica el 50 por ciento de los acusados de homicidios quedan en libertad y en República Dominicana se estima que aproximadamente un 35 por ciento era condenado por cada 100 personas asesinadas. La abogada Melissa Franco consideró que hay una crisis de justicia y los delitos menores son los que más afectan al ciudadano debido a que afectan a su bolsillo directamente, por ejemplo, el robo de un celular. “Hay una crisis de justicia pero independientemente de eso la policía sí hace su tarea. O sea, no es una falta de autoridad yo creo que se debe cuestionar la justicia”, dijo haciendo énfasis en los pocos resultados que se obtienen cuando se decide juzgar un delito. Detalló que mayormente cuando un ciudadano es hurtado y recupera su pertenencia, no impone una denuncia para que le den seguimiento a la delincuente razón por la cual es imposible que lo juzguen y le den una condena justa. “La seguridad no es un asunto de policías es una responsabilidad de todos y todos debemos de ser corresponsables de lo que le compete a cada uno”, dijo. No solo con cifras El especialista Patricio Tudela, miembro de la Asociación Internacional de Analistas del Crimen, dijo que la criminalidad no solo se combate con cifras, sin embargo, estar enterado de lo que está ocurriendo, donde y cuando es fundamental. La verdad es que la pandemia generó una serie de complejidades que causó efectos que estamos viendo y eso tiene que ver con la transformación de los retos y desafíos. “Si no mide bien y no hay un interés de abrir las fuentes de información y agregar otro tipo de antecedentes que son irrelevantes respecto al comportamiento criminal pero también de los ciudadanos, difícilmente se va a poder construir sintonía entre las autoridades y la policía”, sostuvo. “Si no se hace una inversión importante en generar capacidades en las organizaciones, no solo al nivel de autoridades gubernamentales sino en la propia policía. Si la información que llega a los territorios no es la adecuada u oportunamente difícilmente, van a producir algo que es saber cuál es el problema”, agregó.
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