POR ANTONIO JIMENEZ
PASTOR EVANGELICO
Poncio Pilato, tratando de no cargar con la responsabilidad de condenar injustamente a Jesús, buscó una salida, con la cual pretendía dejarlo en libertad. Les hizo una propuesta a los acusadores, diciéndoles: “Como es necesario, soltar un preso en cada fiesta, después de azotarlo, los soltaré (Lucas 23:16,17). Pero la multitud dio voces diciendo: Fueras con éste y suéltanos a Barrabás. (Lucas 23:18). Barrabás estaba preso por sedición en la ciudad y por un homicidio, este era un bandido vulgar, que inspiraba el pueblo a la violencia. Juan dice que él era un bandolero (Juan 18:40). La pena que le esperaba era la crucifixión. Pero no era la primera vez que Jesús era rechazado. Los gadarenos, les pidieron que se fuera de su contorno, los rechazaron (Mateo 8:34). Cuando estuvo en la sinagoga, los principales sacerdotes lo echaron fuera de la ciudad, no solo que se fuera, sino que querían tirarlo por un despeñadero (Lucas 4:29). Han pasado más de dos mil años que sucedieron estas cosas, pero hoy todavía se escucha la voz de Pilato, ¿A quién le suelto? Cantidades han dicho suélteme a Cristo. Y Cristo ha ido suelto en el corazón de ellos. Es el motor que los inspira a obedecer la palabra de Dios, a amar a su prójimo, a ser amante de la verdad y la justicia. Personas que han sido cambiadas por el Poder del Espíritu Santo a través de la palabra de Dios. Es fácil diferencial hoy los que vociferan “suéltenos a Barrabás”. Siguen siendo canales del mal, barrabás los inspira, a ser crueles, maldicientes, borrachos, adultero, mentirosos, injustos, egoístas, envidiosos, idólatras, amantes de la brujería, enemigos de la paz, etc. No eras Jesús el que tenía que ser crucificado, eras barrabás, pero Jesús ocupó su lugar. Si barrabas es quien ahora ocupa tu corazón, debe saber que Cristo murió por ti. Si permite que El entre a tu corazón, tendrá vida, y vida en abundancia. Si está leyendo este escrito, debe saber, que a pesar de seguir diciendo suéltenme a barrabás, Jesucristo les ama. No permita que barrabás siga sembrando el cao en su vida, dele la oportunidad a Cristo, y su vida cambiará. Te pregunto: ¿Quién desea que esté suelto en tu vida? Cristo o Barrabás.
Dios te bendiga
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